ELLA

El primer libro que leí de Amélie Nothomb fue “Metafísica de los tubos” y de eso hace 20 años, en el 2001, sé que fue en ese año, porque es desde ese año que tengo apuntados todos los libros que he leído.

Ese año fue un año de muchos cambios en mi vida, cambios radicales y en parte, descubrir a Nothomb y volverme fan absoluta de todo lo que escribía también tuvo su parte de implicación en mi transformación.

He estado este último mes un poco saturada de todo, de trabajo, de la vida y de todo en general, por eso he descuidado mi rutina de lectura más de lo que hubiera querido, estoy acabando de trabajar tarde, muy cansada y los fines de semana tengo demasiada vida social, y explico esto precisamente, porque me da pena que me haya pillado este parón en mi lectura con Sed, el último libro de ELLA, mi querida Amélie Nothomb.

Soy seguidora y lectora de su obra desde hace 20 años, creo que es de las escritoras más inimitable, no hay ninguna que tenga esa prosa y que trate temas tan poco comunes y que te atrapen tanto a la vez.

He leído toda su obra traducida al castellano, y si tengo que escoger un sólo libro de la escritora nacida en Japón, sería Metafísica de los Tubos, un libro, en parte autobiográfico, en el que se tratan los primeros años de vida de una niña que cree transformarse en un tubo de agua por su disconformidad con todo lo que la rodea, ahí es nada, ¿eh?

Otros de mis libros preferidos de ella son Estupor y Temblores, Cosmética del Enemigo (estrenaron el pasado año la película y podéis verla en Filmin aún), El Sabotaje Amoroso, Antichrista (este es mi segundo libro preferido) o Biografía del Hambre.

Este último libro, Sed, editado por Anagrama y traducido por Sergi Pàmies, as usual, trata sobre la crucifixión de Jesucristo, he leído en alguna entrevista que siempre quiso escribirlo, puesto que viene de una familia muy católica y religiosa y quería no tanto hablar del propio Jesús, como de la cruz.

En esto, nuevamente como me ha pasado en otras obras, conecto con Nothomb, mi infancia también estuvo muy marcada por una crianza religiosa bastante estricta, yo me deshice en la práctica de todo esto al llegar a cierta edad, aunque es verdad que sentimientos como la culpa me han marcado mucho, como a todos los que tenemos esa educación judeocristiana, y mi dinero en terapias me cuesta borrar muchos traumas de aquella época, todo y decir que soy una persona a la que le encanta la simbología religiosa y creencias místicas.

Sed narra en primera persona La Pasión de Cristo, como si fuera él mismo quien nos contara sus vivencias de los días antes de morir y el mismo momento de su muerte, por ejemplo narra algunos de los milagros que hizo como el de Las bodas de Caná o la resurrección de Lázaro en clave casi cómica ambos, hablando de lo pesados que eran los invitados de la boda, o la peste que hacía Lázaro una vez resucitado.

También habla sobre su amor a María Magdalena, de una manera nada convencional, pero preciosa, como podéis ver en este párrafo:

Me gustó muchísimo sobre todo, la parte en la que Jesús narra sus pensamientos en la cruz, en el que le pasan miles de cosas por la cabeza, y cómo ahí trata el tema de la culpa “en el grado de culpabilidad en el que me encuentro, logro perdonarme a mí mismo, entonces todo se cumpliría”.

El libro habla de los romanos que lo crucificaron, de sus apóstoles, de su madre, del dolor de una madre al perder a su hijo, de la misión en la tierra que su padre le había encomendado o de la Fe.

Los libros de Nothomb no tratan temas normales, son diferentes, y esto es precisamente lo que a mí más me gusta de ELLA, como me ha pasado con Sed, un libro con el que he conectado totalmente y que para mí, de sus últimos publicados, es el que más me gusta con diferencia, es una obra brillante.

Mi BSO de esta lectura es una canción muy obvia, La Cruz de Fuerza Nueva, el proyecto de Los Planetas + Niño de Elche, esa canción es este libro totalmente, mejor dicho, buena parte de ese disco es Sed.

Nada más saber de qué iba el libro, mi cabeza se fue a ese disco que me parece un proyecto muy innovador, raro, diferente, pero ese cariz religioso de las canciones mezclando el flamenco con aires indies me gusta mucho.

Escuchad la letra, o mejor dicho, leedla, porque la vocalización no es algo muy ni de Jota ni de Niño de Elche, y al hacerlo, tened en cuenta que es una saeta moderna.

Obviamente, voy a hacer mi poquita de apología de Nothomb, en este tema, soy muy insistente, siempre digo si quieres conocerme más, y sobre todo qué me gusta, debes beber Mahou y leer a Nothomb, así que no se diga que no os he avisado.

Espero tardar menos en actualizar, porque mi próxima lectura también me tiene ansiosa, ahí lo dejo.