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15 años atrás

¿Alguna vez has estado un tiempo con alguien que pensabas que ERA la persona de tu vida, así con mayúsculas, y luego resulto ser que no? ¿Crees que todos tenemos a alguien que es o será nuestra media naranja? ¿Has fantaseado con volver al cabo de años con esa persona que marcó tu vida para siempre?

Si es así… sigue leyendo, porque Smiley de Guillem Clua, es para ti.

El pasado verano asistí a una presentación doble de libros, y uno de los autores era Guillem Clua con su libro Smiley.

Al escucharlo hablar me dio bastante vergüenza no conocerlo hasta ese momento, porque tiene una dilatada y exitosa carrera profesional como dramaturgo, guionista y director de ficción, pero más vale tarde que nunca.

Guillem durante la presentación en la Librería Documenta de Barcelona

Guillem ha escrito y dirigido muchas obras de teatro de todo tipo, y muchas de ellas han pasado al mundo literario, como Smiley, que empezó siendo una obra de teatro en 2012 girando por todo el país y vendiendo los derechos para medio mundo, labrándose éxitos allá donde iba.  

Este libro y obra, consta de dos partes, la primera se estrenó, como decía, en teatro en el 2012, “Smiley: una historia de amor”, en la que se habla mucho de la comunidad gay y las relaciones sexo afectivas, para dar paso en el 2020 a la segunda parte, también en formato de obra de teatro “Smiley: después del amor”, cuando los protagonistas de la primera parte se reencuentran años después de haber finalizado su relación.

Fue este pasado verano cuando Guillem fusionó las dos partes de su obra en un mismo libro, Smiley, “Una historia de amor” y “Después del amor”, editado por Rosa dels Vents.

Yo compré el libro sin dudarlo, a pesar de no conocer a Guillem, pero la charla presentación que ofreció junto al otro escritor me encantó, se habló mucho del colectivo LGTBIQ+ de los problemas a los que muchos nos enfrentamos, de la situación en el país ahora y en el pasado y también del asesinato de Samuel, que hacía pocos días que había ocurrido y estábamos todos conmocionados.

Me gustó tanto la manera en la que Guillem contaba las cosas y el entusiasmo con el que hablaba de Smiley, que a la semana siguiente lie a varios amigos para ir a verla al Aquitania, y me gustó mu-cho.

En los escenarios, son Ramón Pujol y Albert Triola, los encargados de dar vida a Álex y Bruno, los protas, con esta obra lo mismo te desorinas que se te salta la lagrimita.

Smiley habla de esa historia de Álex y Bruno, de cómo se conocen por casualidad y después de mucho ir y venir empiezan una relación, muy corta pero muy intensa, en la que ambos fantasean con la idea de estar hechos el uno para el otro, aunque finalmente la relación termina.

No penséis con este breve resumen que es una obra y libro de carácter edulcorado a la par que triste, no, todo lo contrario, hay de todo, pero lo que os puedo asegurar es que os reís muchísimo.

La segunda parte, “Después del amor” nos narra el reencuentro de los protagonistas seis años después de haber cortado, cómo les ha ido la vida al uno y al otro, y la fantasía que ambos tienen sobre qué pasaría si volvieran.

No quiero desvelar mucho más, porque Smiley merece que lo leáis, es muy entretenido y contiene también frases para reflexionar, os dejo un par, como la leyenda japonesa del hilo rojo, que conozco perfectamente y en la que he creído durante mucho tiempo, tampoco os perdáis la reflexión final, ahí, sí que soltaréis la lagrimita.

Smiley me ha hecho recordar muchísimo a mi época de salir sin parar hace unos 15 años o más, en ese momento trabajaba en el Gayxample  y a mis amigos gays se unieron muchos nuevos que hice ahí, además los sitios para salir de los que habla fueron algunos de mis sitios.

Siempre me dieron mucha envidia los chicos en ese aspecto, a diferencia de los sitios de chicas, han tenido una mayor oferta de ocio, y por eso siempre salía a los sitios de ambiente que estaban más enfocados a ellos como Metro, Salvation, etc. que a los de chicas.

Uno de los lugares donde mejor me lo he pasado, ha sido en El Cangrejo del Eixample, aunque no se menciona, yo ahí he bailado todo lo bailable y me reído lo que no está escrito.

En esa época yo llevaba un peinado muy La Carrà, rubio oxigenado y media melena, y mis amigos se empeñaron una noche en hacer creer a la gente de esa discoteca que era la sobrina de la artista que estaba de visita por Barcelona, yo me hacía pasar por italiana, claro, recuerdo reírme infinito y que todo el mundo me invitaba a copas, por eso mi canción para Smiley es Fiesta de Rafaella Carrà, porque no hay canción que describa mejor esa época de mi vida que tanto me ha hecho recordar esta lectura.

Como apunte, solo una cosa más, Guillem ha firmado con Netflix para llevar Smiley a las pantallas, ¿qué os parece? adelantaos y antes de que se emita, leedlo, porque os sacará seguro dos puntos, guion y paréntesis 🙂

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1 Comentario

  • Responder
    Con él, jamás seré imparcial – Ávida Lectora
    24 de noviembre de 2021 en 15:38

    […] Cuando me enteré que venía a Barcelona a presentar Mansos me apunté en el mismo momento, porque quería tener el privilegio de verlo y escucharlo de cerca, fue una doble presentación, sí, habéis acertado, con Guillem Clua, el protagonista de mi anterior post. […]

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